Por José Luis Zapata | 20 de Abril de 2011, 09:25

Un equipo de investigadores de la Universidad de Pittsburgh ha logrado desarrollar un nuevo transistor que necesita de un solo electrón y puede ser la base para la creación de nuevas memorias para computadoras, materiales electrónicos avanzados y también podrían ser la pieza básica de los procesadores cuánticos.

En esta obra de la nanotecnología el elemento central del transistor es de 1.5 nanómetros de diámetro y puede operar con solamente uno o dos electrones, lo cual podría hacer de este transistor la base de un nuevo tipo de electrónica nanométrica que ayudaría a crear procesadores tan poderosos que resolverían problemas más rápido que todas las computadoras del mundo trabajando al mismo tiempo por unos cuantos miles de años.

Tal vez pueda parecer una exageración, pero al llegar a niveles subatómicos podemos tener tanta densidad de elementos electrónicos en tan poco espacio que —por increíble que parezca— la capacidad de procesamiento crecería de una manera nunca antes vista. Ley de Moore a su máxima expresión.

El transistor es nombrado SketchSETsketch-based single-electron transistor— por una técnica desarrollada en 2008 para crear elementos electrónicos de dimensiones nanométricas en placas de cristal de titanato de estroncio y una capa de 1.2 nanómetros de espesor de aluminato de lantano. Esto se hace usando la fuerza de un microscópico atómico, algo así como hacer un pequeño grabado nanométrico en la placa, este grabado hará las veces de dispositivo electrónico.

Para ver esto de una manera más gráfica podemos apreciar la imagen que ilustra el post, la cual representa nuestro transistor de un sólo electrón. En ella encontramos tres líneas que serían “cables” (que vendrían a ser las tres terminales del transistor) y una pequeña isla central que podría contener uno o dos electrones —o ninguno—, los electrones viajarían de una terminal a otra pasando por la isla y las condiciones en el tercer cable determinarían las características conductivas de todo el elemento en conjunto. Este es el principio básico del transistor.

Además del tamaño, otra ventaja es que por los materiales con los que está hecho se trata de un elemento ferroeléctrico que le permitiría trabajar como una memoria de estado sólido —podrá guardar información incluso sin necesidad de estar alimentado con electricidad—. Los electrones en la isla representarían los unos y ceros dentro de la pequeña memoria. Por sus características sería perfecto para aplicaciones en el área de la computación cuántica.

Las aplicaciones son infinitas, pero es un campo en constante desarrollo y —por su naturaleza— muchas veces inestable. Aún así, la Ley de Moore sigue tocando a la puerta. ¿Cuánto faltará para ver tecnología de este tipo en gadgets de uso cotidiano?

Fte.: alt1040.com