Un nuevo estudio que realiza un equipo de físicos, ingenieros y expertos en ciencia de materiales del Hospital Infantil de Boston y el Instituto de Tecnología de Masachusetss (MIT) ha combinado células de músculos cardíacos con pequeños nanocables de oro, de 30 nanómetros de grosor, para crear innovadores parches cardíacos, cuyas células laten al unísono, lo que podría ayudar a reparar el corazón de pacientes que han sufrido un infarto.

nanotubos de oro para el corazon

Image courtesy of the Disease Biophysics Group, Harvard University

«El corazón es una pieza eléctrica bastante sofisticada», sostiene Daniel Kohane, profesor del MIT y coautor del trabajo. «Es fundamental que todas las células latan a la vez o el tejido no funcionará adecuadamente», añade.

Según reseñan los investigadores en la revista Nature Nanotechnology, en su edición del 25 de septiembre, los experimentos revelaron que la adición de las finísimas hebras de oro al tejido cardíaco cultivado en el laboratorio favorece la comunicación entre células, de manera que se contraen a la vez, sin necesidad de estimularlas en cada latido. Ahora, se disponen a estudiar si los parches funcionarán igual de bien en animales vivos.

Es importante destacar que, además de las repercusiones del trabajo en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, los investigadores sugieren que la nueva tecnología podría suponer un salto en la ingeniería de tejidos.

«Otros investigadores podrían beneficiarse de esta idea, aplicándola a otras células musculares, a otras estructuras vasculares, o quizás, incluso, en sistemas neuronales, porque es un modo sencillo de mejorar la comunicación colectiva de las células», ha subrayado el químico Charles Lieber, de la Universidad de Harvard, tras conocer el trabajo.

Fuente: muyinteresante.es